miércoles, 16 de octubre de 2013

Cumplemami

Dice la frase que cuando nace el hijo nace también la madre; en mi caso hubo tres días de desfase. No me sentí madre cuando nació Pablo, no nada mas nacer, nada mas me lo arrancaron. Apenas le vi un pie en quirófano y ya me aturdieron para coserme y cuando me subieron a la habitación ya me lo encontré vestido. Mis sueños de parto hechos definitivamente añicos por el suelo.De martes a viernes, una parte de mi cerebro preguntaba a veces dónde estaba mi tripa, había algo raro allí que desencajaba cabeza corazón y entrañas.

A los tres días y ya de vuelta, tal día como hoy, 16 de octubre de 2009, viernes por la noche, la madre nació en el mismo lugar donde nueve meses antes supo precisamente eso, que iba a ser madre, en la misma soledad y frente al mismo espejo.

Seguramente los especialistas en el tema lo achaquen al tremendísimo subidón de oxitocina por la 'subida' de la leche -ese día, ese momento- La oxitocina que no hubo en el nacimiento la hubo entonces. Bioquímica aparte, allí nació la madre y sólo aquel espejo y yo sabemos lo que sentimos y pasó.

Igual que una integral es la suma infinita de infinitas pequeñas partes, así gota de leche a gota  de leche, Pablo y yo nos hemos encadenado en un parto de años, en una oxitocina mantenida que nos aprieta y nos une. Si, yo tenía sueños de parto, hubiera querido vivir el nacimiento de Pablo de otra manera y no me sirven los parches del tipo si-al-final-todo-fue-bien. Leí, aprendí y me informé de partos, anatomía, fisiología...  al final nada de eso me sirvió, sólo la bendita leche que un viernes por la noche empezó a salir de mi, de la mamá. Días, semanas, meses... años... y ya esa zona incrédula y probablemente profunda de mi cerebro, está ya convencida, es tu hijo, es tuyo, tuyo animalmente hablando, ha salido de mi, y de mi única y exclusivamente se ha seguido alimentando durante sus seis primeros  meses de vida, en una repetición de momentos milagrosos, y la leche, la mia, la de la madre, aun hoy a veces, a pesar de todo y de todos, nos une, nos ayuda, nos calma

Por eso hoy para mi sola, y ahora al cuarto año también para quien lea esto, es mi cumplemamá, hoy hace cuatro años que nació la mamá de Pablo, aunque no haga ni pida mas celebración que hacerlo cada día lo mejor posible y desearle a él una vida larga y completa.

Y como estoy convencida de que ser madre es en gran medida saber soltar, pronto terminará esta pseudo-lactancia extraña que aun colea. En cuanto pueda. Ahora mismo es el valium-salvavidas para momentos de crisis. Pero las aguas se calmaran y los niveles descenderan; no hay problema, me siento compensada. Tan madre como cualquier otra. Habiendo vivido la experiencia de una manera distinta pero infinitamente agradecida de haberla vivido.



viernes, 4 de octubre de 2013

Universe Protection Unit

Hoy viernes 4 de octubre de 2013, será un día 'importante' legalmente hablando. Al fin parece que las cosas se empiezan a poner en marcha para llegar a una resolución y al objetivo final de todo esto que es esa palabra tan mona, la normalización.
Coincidencia o no, mas bien lo segundo, hoy temprano estoy teniendo tiempo para hacer algo que llevaba mucho tiempo queriendo hacer, y que es una de las cosas que echaba de menos: configurar la barra del explorador con mi rutina... facebook, correo hotmail, correo yahoo, cuenta de twitter (aunque lo uso muy poco), foro crianza natural.. y el propio blog.
Es algo que echaba de menos y que al poder recuperar me hace sentir mejor y si, de alguna manera me 'normaliza'
Las piezas del puzzle de mi vida que un día saltaron por los aires -porque así yo lo decidí- empiezan por fin a caer recolocadas y bien colocadas. Muchas piezas que ya no servían quedaron por el camino, las fundamentales se conservan, nuevas piezas se añaden y renuevan y aportan.
 Mas bien lo segundo, no creo que sea coincidencia que justo hoy haya encontrado el tiempo y el momento de hacer esto, mas bien el Cosmos se pone muchas veces en modo guasón. Pero bien está. Sobre todo espero poder llevar pronto a Pablo al colegio.
Como cuando todo esto empezó, no hago mas que recibir apoyo y ayuda. Aun falta un poco pero unos amigos me han dado ya el regalo de cumpleaños para Pablo, y dos personas mas ya se han interesado por saber qué necesita. Y mas cosas que ha recibido sin necesitar la excusa del cumpleaños. Buzzlightyear, de la Unidad de Protección del Universo, nos acompaña.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Cambios

Releo esta entrada y me hace sentir triste. Pablo ha ido a peor en estos meses y no es ese mismo niño. A ver, que dramas no, gracias. Que sigue siendo una criatura fantástica y yo básicamente la misma madre hippie loca que un día se juró a si misma jamás decirle metienesharta y lo está cumpliendo. Pero con toda mi pena, Pablo ya no se comporta así. Al menos, no como antes;  releo y... uf. Pablo está irritable, se impacienta, protesta, se enfada... no todo el rato, claro. Pero releo y noto tanto cambio que me siento responsable.
Pablo aun no ha podido empezar P4 por circunstancias. Unas circunstancias de mierda que tienen nombre y apellidos, y perdón por el desahogo, pero es que yo esperaba como agua de mayo el 9 de septiembre, con verdadera ilusión, por él, porque lo necesita mucho, mucho y porque yo se que ese niño ultra mega fantástico sigue ahí. Pero ya ha empezado octubre y no consigo que pueda ir al colegio.
No se si el espíritu o simplemente el 25 % de los genes de mi abuelo paterno me acompañan, además claro del maravulloso elenco de seres mas divinos que humanos que me rodean, apoyan, defienden y hasta acunan llegado el caso. El caso es que saco fuerzas y fuerzas y cuanto mas me j. mas ganas tengo de pelear y de estrangular a la madre del topo para que esto se solucione.
Pablo no "se porta mal" No tira cosas porque sea malo o 'tenga genio' No mordió a un niño en el parque por mala leche. Como lei en un cartel, Pablo me regala síntomas para que sepa lo que le pasa y mi deber es ayudarle. Pasamos unas circunstancias 'achuchás' y yo soy una persona adulta (?) que tiene sus recursos, pero él probablemente no sabe qué pasa, no entiende porqué todo esto, sólo sabe que a veces se siente muy mal y lo comunica como buenamente puede.
Asi que quiero un informe a final de P4 que me diga lo mismo, que diga cualquier cosa que signifique que Pablo está feliz, tranquilo, alegre, sereno. Cuánto me duele la parte que me corresponde en esto y cuánto daría porque él no estuviera pagando una parte del precio.Así que mamá a luchar, y los dos a ganar.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Pedazos de huesos. Parte II. Mi primera hamburguesa (chispas)

Yo tenía dieciocho años recién cumplidos, no me gustaban las hamburguesas, y había empezado hacía muy poco la universidad. Quise comenzar de cero en muchísimos sentidos, pasar página, páginas. Todo empezaba, todo eran posibilidades, y yo me sentía bastante aliviada de poder salir de mas de un cascarón. Había conocido a mis compañeros, y con perdón por la perogrullez, ellos no me conocían a mi y sobre todo a ninguna de mis pesadísimas etiquetas, y yo estaba felizmente ilusionada en ver qué sería de mi vida sin ellas.

Aquel día en concreto estaba en la estación del norte de Valencia. Desplazarme cada día en tren y metro era una estupenda parte mas de aquel brand new world. Tenía hambre y dinero en el bolsillo, que siempre es una buena combinación, y entonces recuerdo girarme y ver un chiringuito de hamburguesas... 'pero a mi no me gustan las hamburguesas'... "¿ah, no?¿y cómo lo sabes? (para mi que fue una de las primeras comunicaciones de Amparín) Mira por donde me pilló algún área cerebral flexible y fui y me pedí una. que yo creo que estaba hasta nerviosa, porque alguna otra zona estupidilla del cerebro piaba pero-qué-haces

Me gustó tanto, pero tanto aquella hamburguesa que veintitrés años después aun la  recuerdo. Pero qué buena estaba. Mientras veía los trenes ir y venir, pensaba en lo que me había estado perdiendo y en de dónde había salido lo de que a mi no me gustaban las hamburguesas. Y con los últimos mordiscos me pregunté cuántas hamburguesadas mas no habría en mi vida. Abrí esa puerta y me encontré con muchas mas puertas detrás esperando ser abiertas.Y sigo abriendo puertas y cuando como fuera nunca pido cosas que yo sepa cocinar, porque aunque ya llevo muchas puertas abiertas, quiero seguir abriendo mas.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Ramas en el rio

No se si me queda muy grande lo de 'guerrero de la luz' ni tampoco soy fan-super-fan de Coelho, pero hoy justo he leído en la pagina de uno de sus libros la idea que desde hace unos días me ronda por la cabeza pero sobre todo me ronda por las tripas.

Un guerrero de la luz sabe que ciertos momentos se repiten.
Con frecuencia se ve ante los mismo problemas y situaciones que ya había afrontado; entonces se deprime, pensando que es incapaz de progresar en la vida, ya que los momentos difíciles reaparecen.
"¡Ya pasé por esto!" se queja a su corazón
"Realmente tu ya lo pasaste -responde el corazón- pero nunca lo sobrepasaste"
El guerrero entonces comprende que las experiencias repetidas tienen una única finalidad: enseñarle lo que no quiere aprender.

Quizá me resisto a aprender algunas cosas. No lo se bien o no soy capaz de verlo bien. O tengo tendencia a querer puentear (creo que no existe este verbo) y buscar el camino cómodo y la situación se repite hasta que el camino no sea el cómodo sino el correcto. Y se repite agravada.

También en "Puente al Infinito" se plantea esa misma idea: un problema, una dificultad, una situación dura o difícil, pueden -deberían- ser puestas del revés, como la oportunidad de oro que se nos ofrece para aprender aquello que necesitamos aprender o incluso aquello que de alguna manera nos hemos impuesto como parte de nuestro temario vital.

Necesito mas claridad para ver, mas fuerza para resisitir, mas paciencia que inventar, mas serenidad para identificar qué es eso que realmente debo aprender. Quiero aprenderlo y quiero llegar a la otra orilla de ese rio que mi amiga A. me dice que estoy cruzando. Hoy se me han enredado muchas ramas en las piernas, y han tirado hacia abajo de mi, y me ha costado respirar debajo del agua. Hoy también como siempre se me han tendido manos, he tenido apoyo, voces de aliento. Aunque cansada sigo nadando. Quiero aprender lo que quiera que sea que debo aprender. Hacer las cosas bien. Alcanzar la otra orilla y dejar que el sol me seque. Dejar atrás, y respirar.

jueves, 15 de agosto de 2013

Pedazos de huesos. Parte I. Susana y el delfín que estaba lleno de bolas de aceite para baño.

Había sido mi cumpleaños o qué se yo. Susana (es su nombre real, si, a ver si hay wevos de reconocerla) me regaló un pequeño delfín de plástico con forma mas o menos de jabonera, con bolitas de aceite de esas que nada mas ducharte se echan en la piel.
Al cabo de un tiempo (¿un mes, dos?) vino a mi casa y al entrar al baño, se sorprendió al ver allí al delfín que no se le había movido un pelo, y con la rapidez mental que la caracteriza(ba) y ceja en alto, me pregunto "¿Qué, es que no te has duchado desde que te lo regalé?"
Ella, maestra mía en tantas cosas, era mas rápida que yo y alguna parte bobalicona de mi cerebro empezó incluso a querer contestar... Si, claro, lo que pasa es que.... bababababababa ....... ¿¿¿??? Su ceja permanecía en alto mientras mis palabras perdían volumen y sentido. Lo que pasaba era que para mi lo normal era no usarlo, ni siquiera tocarlo, era dejarlo allí de adorno (cuánto me pica esta expresión) Finalmente su ceja descendió y -aparentemente- ahí quedó la cosa.
Por grandísima suerte para mi, Susana supo imprimirle a la anécdota el punto justo y necesario de burla, de crueldad incluso, para que a mi nunca se me olvidara aquello.
Ahora, tantos años después, cuando alguien me regala un delfín lleno de bolas de aceite para baño, lo desenvuelvo, le quito lazos, papeles y chorradas, y ese primer día uso la primera bola de aceite, y si es la del olor que mas me gusta, mejor. Y al segundo día la segunda, y al tercero la tercera. Y si a alguien le gusta, le regalo dos o tres. Y se que después vendrá otro delfín, o una tortuga, o una ballena. Lo normal ahora es usar, tocar y vivir y no limitarse a contemplar y de alguna manera a temer. Recuerdo a Susana con tanto agradecimiento que la abrazaría. Me regaló muchísimas cosas mas que en su momento no pude aceptar, pero conservo y saco a flote. Y este es uno de los muchísimos huesitos con que voy recomponiendo mi propio esqueleto.

jueves, 8 de agosto de 2013

Arqueología vitae

Estaba convencida de que:

- Naces y no sabes nada.
- Creces y vas aprendiendo cosas para cuando seas mayor.
- Cuando ya eres mayor, esa es tu vida de verdad. Lo sabes casi todo.
- Envejeces (o cueces... cada uno...) y eso te hace mas o menos sabio.

Todo eso ha ido a parar a la trituradora de documentos; ahora creo que nacemos luz y nos vamos/van oscureciendo, que los padres tenemos mucho mas que aprender de los hijos que al revés, que hay adultos bobos como sepias -con perdón de las sepias- que están en este mundo porque ha de haber diversidad genética, pero jamás aprenderán nada (keep calm, para eso están los centros comerciales). Otros con suerte, captan un 0.0000001 % de la realidad, lo cual ya es mucho. Ahora creo que el mero hecho de sumar años no te hace mejor, tampoco peor.

Desaprender es mucho mas dificil que aprender. Hay que salir, ver desde fuera, comparar, valorar, y decidir. Hago limpieza en todos mis armarios. Saco, aireo, tiro y ventilo.También recupero. Me quedo con poco. Hago de arqueóloga y brocha en mano, busco y encuentro trozos que después armo y encajo. Cambio de color del cristal con que miro. Cambio para seguir siendo igual. Aprendo a agradecer, a desear, a perdonar. Pero sobre todo, desaprendo.

En este tiempo, el papá de Pablo y yo hemos tomado distintos caminos. Lo cierto es que todo lo que eso ha supuesto ha sido la principal razón de mi ausencia todo este tiempo. Pablo sigue muy bien, aunque para dolor mio, aunque sea poco, algo de todo eso le ha salpicado, era inevitable. No se hasta qué punto seguiré contando cosas de él.

Han pasado muchas cosas desde la ultima vez que estuve aqui (¿hay alguien?) y no sabía ni siquiera si volvería; He estado congelada, apolillada, enmohecida y arrugada. Ya se me empieza a pasar. Tengo tantos motivos para dar gracias que necesitaría otro blog. En el fondo tenía un poco de miedo a volver, pero un buen día, el Universo al ver que sola no podía me dio un maravulloso empujón y me dijo: hala, venga, nena, espabila!

sábado, 2 de marzo de 2013

adios

Voy a cerrar el blog, aun no se si temporal o definitivamente.
Empieza un nuevo ciclo para mi y esto se ha unido a que alguien que yo no queria que tuviera acceso lo ha tenido.
Durante el fin de semana o quizá hasta el lunes voy a volverlo a mantener abierto y quien quiera acceso puede pedirme las claves a 38anyosyundia@gmail.com

jueves, 14 de febrero de 2013

Tiempo de cosecha

Hoy he tenido reunión con la maestra de Pablo, y no he podido salir mas contenta. Me ha dicho tantas cosas buenas sobre él... no puedo evitar creerme parte de ello (que lo seré un poco pero seguramente no tanto como quisiera creer) Que es tranquilo, sereno y al mismo tiempo muy, muy alegre. Que nunca se enfada sin motivo, que no es el primero en lanzarse a participar, le gusta primero observar, y luego hace las cosas de buena gana. Que se lleva bien con sus compañeros y empiezan a formar grupitos, por afinidad. Que tiene una lógica muy directa, como un día que le dijeron que tenía que escribir su nombre en una hoja y terminó preguntando que porqué tenía que escribir el nombre en la hoja si ya estaba puesto. Que sabe muuuuuchas letras. Que se queda maravillado y absorto cuando leen un cuento y ni el mas revoltoso de los compañeros lo saca de su concentración. Que disfruta muchísimo cuando viene el profesor de música. Que reconoce muy bien sus necesidades (hablo de necesidades en general, no aquello de 'hacer las necesidades' pipi y caca) y sabe demandar lo que quiere y pedir ayuda sin problemas si lo necesita...
Hemos tenido una charla muy agradable, la verdad es que yo también estoy muy contenta con la manera de trabajar de su maestra.
Supongo que es un poco la sensación de quien recoge una cosecha, y eso que como decía no puedo ni debo atribuirme el mérito, pero sinceramente en el fondo es una gran satisfacción confirmar que vamos por el buen camino, que las cosas sirven de algo, que la empatía -que no paciencia- da sus frutos y nos ayuda a crecer, no sólo a él, sino también a mi me ayuda a aprender a ser un poco mejor cada día, a superarme, a seguir creciendo, a desplegar las alas...

miércoles, 13 de febrero de 2013

Ahora, los deportes.

Deporte femenino. Ese que nunca sale en las noticias. Ese que nunca tiene apoyo. Ese que salva la imagen de España en los juegos olímpicos.
(Copiado de twitter)

Hace tiempo que me ronda este tema. Y ahora que he leído esa frase en twitter no lo quiero dejar pasar mas. No hace mucho Jesús también hablaba sobre los deportes 'minoritarios' 

Y es que ¿por qué lo llaman 'Deportes' cuando quieren decir fútbol? Fútbol masculino. Claro. Porque lo 'normal' es el fútbol masculino. Día a día, gota a gota, telediario a telediario, se nos recuerda a las mujeres que no existimos, que somos de segunda. A menos eso si, que haya alguna trifulca telecinquera en la que remover, tipo "entrenadora mala y cruel obliga a las chicas de sincronizada a comerse su propio vómito" esto si que vende, el resto el año que os den, bonitas.

Me pongo a imaginar y me imagino que empiezan los 'deportes' y se habla de baloncesto masculino, de   balonmano femenino, de fútbol femenino, de hockey, de... deportes, de verdad. Y que salimos todos, que se habla también de mujeres tenistas o esquiadoras o gimnastas en su día a día y no sólo cuando hay alguna cosa que huela a podridillo... es mas, por imaginar me imagino que después de las noticias (y antes de que Wyoming nos cuente la verdad) no sólo hay una extensisisisisima sección fija de media hora con deportes, sino una sección fija de niños, de ciencia, de plantas o de cocina. 


Lo mismo que pasa con el deporte, pasa con mas cosas que no vemos. Resulta que vivimos en un país con "Rey" y que su sucesor va a ser el hijo varón, sólo por el mero hecho de serlo, de ser hijo, y de ser varón, y a todos nos parece normal. Resulta que mi hijo tiene el mismo apellido que el bisabuelo de su padre, pero ya ninguno de mi madre ¿Que no pasa nada? Pues pasar, no pasa, pero tampoco pasaría si fuera al revés. Tengo otro 'resulta': resulta que no trabajo, pero eso es harina de otro costal.


viernes, 1 de febrero de 2013

Bye bye Deliplus

Empleada de Mercadona trabajando con un brazo escayolado. Ahí es nada.
Se que el yo-ya es muy feo, pero de verdad que yo ya me había planteado lo de dejar de comprar en Mercadona. Que si traen el aceite de oliva de Marruecos... que si importan las naranjas de Argentina (ahí me dolió mas), que si el escándalo de los patos (aunque no como paté) etc, etc pero tengo que reconocer que me pudo la comodidad, la costumbre y la pela, y he seguido comprando habitualmente allí, con alguna excepción.
Ahora con todo este festival de los sobres me lo propongo de nuevo, y aunque no hay nada demostrado al 100 % de alguna manera me cuadra todo, me vuelvo a acordar de esas informaciones pelopúnticas que corren por internet de productores asfixiados y composiciones mas que dudosas, y también por qué no decirlo, me duele que por enésima vez el pestazo a m. proceda de Valencia.
Asi que igual que me propuse dejar de comprar huevos de gallina torturada, me propongo ahora dejar de comprar en Mercadona. La verdad es que comprar en el super del pueblo tiene cosas bonitas y si compras bien, no tiene porqué ser mucho mas caro. Es que me remuevo en mi sofá de pensar que ni que sean 50 euros van a ir de mi bolsillo al de la Cospe, por poner un poner. Que una vez mas, asco de que haya mujeres en política ¿para qué?¿para esto?
En fin, que como dice The Lost Dreamer en este artículo que lo está petando, para mi también es una putada  dejar de ir a comprar a Mercadona, pero si de uno pasamos a diez, a mil, a miles... si se nota, por el dinero es por el único sitio que les puede hacer reaccionar; el mando a distancia y el elegir súper son de las pequeñas libertades verdaderas de las que disponemos, vamos a utilizarlas !

lunes, 21 de enero de 2013

Hacia el Sur

Estoy cansada. Llevo un tiempo cansada y cuando llegan las ocho de la tarde no puedo mas. Si que puedo mas, porque termino el día, pero de buena gana me acostaría a dormir.
Y ese cansancio me afecta, entre otras cosas, al trato con Pablo. Alguna vez le digo cosas que no me gustaría decirle o le trato de maneras en que no me gustaría tratarle. Nada 'grave' ni por la intensidad ni por lo continuado, pero no me gusta y me parece un sobre-síntoma, algo que me hace aflorar la 'verdadera' madre que hay debajo o dentro de mi, algo que saca 'lo que he mamado'
Entre que decidí ser madre y lo fui pasó mucho tiempo, tiempo que empleé en aprender y desaprender. Mas bien lo segundo que lo primero. Aprender, aprender, lo que se dice aprender cosas nuevas... es poco necesario para ser madre. Creo que es mas importante y bastante mas difícil  desaprender una serie de cosas que en el periodo entre que nací y decidí ser madre, fui asimilando como normales y naturales, cuando realmente no lo son.
Y a poco que bajas la barrera un 'qué harta estoy' o peor aun (qué frase tan horrible esta) un 'me tienes harta' te empieza a subir desde el estómago a la boca... y por suerte a punto de pronunciarlo, consigues no decirlo y como mal menor, enchufas al peque a ver una película
No quiero caer en el sofá espiritual de pensar que no-pasa-nada por alguna vez que le diga a mi hijo 'me tienes harta' porque si que pasa, porque yo podría soltar ese rebuzno como desahogo puntual sabiendo que en el fondo no es así y blablabla, pero mi hijo lo recibiría literalmente. Cada día me demuestra que entiende y asimila y recuerda todo lo que oye y ve, y lo hace desde su falta de distorsión, desde su lógica perfecta.
Por eso voy a intentar descansar unos días, por mi y por él, por él y por mi. Hacia el Sur.

viernes, 18 de enero de 2013

A la sombra del algarrobo

Catherine L'Ecuyer en el subtitulo de su fantástico blog Apego & Asombro se plantea "¿Cómo educar en un mundo frenético e hiperexigente?"
Y me temo que en la escuela no tienen la respuesta.
Resulta que mi bendito hijo come bien. Come de (casi) todo, no se salta comidas, unas veces mas y otras menos, come con ganas y con gusto, cuando se siente saciado, deja de comer.
Pues hoy la maestra me ha vuelto a decir que "es muy lento comiendo" (se refiere al almuerzo porque a mediodia come en casa)
He sentido unas ganas tremendas de estrangularla (no a ella como persona, que me cae muy bien, sino lo que representa) que enseguida han sido reemplazadas por una gran tristeza.
Tristeza porque a niños tan pequeños les pidamos, les exijamos ya ser parte de ese mundo 'frenético e hiperexigente' donde el reloj es el dios absoluto al servicio de don dinero.
Me niego a enseñar a mi hijo a tener prisa, me niego y me niego.
Cada día a la salida del colegio, a las doce y media, le damos una buena patada en el hígado a los Hombres Grises: nos quedamos en un descampado al lado del cole, debajo de un gran algarrobo, y perdemos el tiempo que da gusto. Pablo explora, se mete por sitios donde hay escombros, ramas, hierbajos, probablemente cacas de perro en diferentes estados de descomposición... Yo intento intervenir lo menos posible, le dejo hacer, ir para donde quiera, aprender de su falta de prisa, de su capacidad de pasarlo genial en un sitio de donde mucha gente no permitiría a sus hijos estar mas de un minuto. Ayer estuvimos lanzando trozos de ladrillos contra piedras para romperlos, viendo bichos que viven bajo las piedras... hoy Pablo ha descubierto un pájaro bastante grande en un árbol que cantaba de una manera muy curiosa... se ha manchado, se ha caido alguna vez... me gusta pensar que ese ratito que pasamos así es un pequeño regalto que le hago, no llevármelo corriendo a casa porque "hayque..." igual que por la mañana le despierto un rato antes para que despierte poco a poco mientras toma leche del día.
Mi hijo no es lento comiendo, tiene la suerte de saber masticar bien los alimentos, o mejor dicho la suerte de no haber aprendido aun a tragar a medio masticar, porque 'toca' salir al patio o 'toca' dormir o 'toca' bailar la jota aragonesa.
A mi también me parece este mundo frenético e hiperexigente, y el tiempo dirá si me equivoco, pero no pienso obligar a Pablo a meterse en la rueda, no al menos durante todo el tiempo que podamos evitarlo.